El proyecto, que de llevarse a cabo haría desaparecer 55 kilómetros de bosques nativos y pastizales, cuanta con el apoyo del gobierno provincial a cargo de Ricardo Colombi.
Se utilizarían 8 mil hectáreas para cultivos, usando el agua de la represa a construir y devolviendo aguas contaminadas por los agroquímicos y fertilizantes.
Esas aguas son de vital importancia para los productores locales, aseguró la Fundación Reserva del Ibera.
Victoria Bianco
Periodista especializada en Medio Ambiente.