Debido a la escases de lluvias en la provincia de Córdoba, desde la semana pasada, se encuentra en una crisis hídrica.
La mayoría de sus lagos están con muy poco caudal de agua siendo el lago San Roque el más afectado, dado que no hay estudios actualizados que determinen el nivel de barros que quitan volumen al lago.
Los especialistas desaconsejan dragar o remover el fondo por la dispersión de contaminante como fósforo, nitrógeno y los sedimentos acumulados por la mina de uranio que funcionaba en Los Gigantes, Santa María de Punilla.
Sin tener un análisis químico de los sedimento no se puede remover nada ya que estos barros pueden ser nocivos para al salud.
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Victoria Bianco
Periodista especializada en Medio Ambiente.