El Movimiento Argentino para la Producción Orgánica que nació bajo la modalidad Cambio Rural del INTA, en el año 2004, hace posible un nuevo modelo de agricultura sustentable, basada no solo en la rentabilidad económica, sino también en el cuidado de los aspectos ambientales, sociales.
La agricultura orgánica implica manejar tecnologías con bajo impacto ambiental, tratar insectos y plagas con productos exentos de químicos y alternar los diversos cultivos para debilitar las malezas.
Este emprendimiento reúne 12 campos que suman un total de 23.000 hectarias labradas bajo certificaciones internacionales orgánicas. Siendo así la Argentina el segundo país en el mundo con mayor hectáreas cultivadas con estas normas, después de Alemania.
Victoria Bianco
Periodista especializada en Medio Ambiente.