El desastre de la planta Fukushima ya es comparado al accidente de Chernobyl. La gravedad del accidente aumenta la alarma internacional debido a las altas concentraciones de cesio y yodo radiactivo dispersadas en la zona.
El agua de las napas contiene alta cantidad de iones y se sigue filtrando al mar.
La radiación en el océano puede matar a los animales marinos o crear “mutaciones extrañas” en su descendencia así como pasar material radiactivo a la cadena alimenticia.
Las criaturas más sensibles de contaminación serían las medusas, anémonas de mar y gusanos marinos, que pueden recibir la radiación más rápidamente que las demás criaturas.
Los niveles de radiación en las muestras de agua superaron 3355 veces los límites legales y si bien el agua de mar diluye la radiación esto no quiere decir que no contamina el medio ambiente marino. Victoria Bianco
Periodista especializada en medio ambiente