El endosulfan es un insecticida de uso agrícola que fue prohibido en la Quinta Conferencia del Convenio de Estocolmo por su toxicidad.
Esta sustancia, que se utiliza para combatir insectos en los cultivos de cereales, flores, tabaco y soja, es altamente peligroso por su resistencia a la degradación química física y biológica que se acumula en las cadenas alimenticias. Además, puede trasladarse a grandes distancias a través del aire y el agua.
Los seres humanos podemos ser afectados por el endosulfan durante la aplicación, por su dispersión en la atmósfera y por la ingestión de alimentos contaminados. Este producto contamina incluso la leche materna.
Con la eliminación de este insecticida, los países toman el compromiso de terminar con la producción y el uso a nivel mundial, excepto para India, China y Uganda.Victoria Bianco
Periodista especializada en medio ambiente