Mientras que en Japón se siguen vertiendo miles de litros de agua contaminada al mar tras el accidente producido en abril en la planta nuclear de Fukuyima, desde el año pasado el gobierno de Formosa y el de la Nación Argentina pretenden instalar junto al río Paraguay un reactor nuclear Carem de 150 MW. El proyecto no considera estudios de impacto ambiental y tampoco ha habido consultas públicas.
Este reactor es experimental, es decir, nunca antes se construyó en forma completa. Ya en 1997 realizaron pruebas de la unidad Carem, que violaron la legislación de la provincia de Río Negro. Además se está construyendo un prototipo, el Carem 25, en Lima, provincia de Buenos Aires.
En caso de accidente de este reactor experimental podrían verse afectados el noreste de la Argentina y el sur de Paraguay. Resulta llamativo que en la provincia de Formosa sigan adelante con este proyecto sin haber consultado previamente al Gobierno de Paraguay y sin haber aprendido de la trágica experiencia de japonesa.
Victoria Bianco
Periodista especializada en medio ambiente
