La descarga de los lavarropas termina en cloacas y luego en el río generando un crecimiento desmedido de malas hierbas y algas de agua que ahogan la vida acuática porque los detergentes contiene fosfato.
Partiendo de la física, se creó la Ecoball, una esfera de plástico que en cada polo tiene un imán creando así un campo magnético que activa los grupos de moléculas de agua generando partículas con carga eléctrica que se adhieren a la suciedad y la arrastran junto con el flujo de agua.
Una EcoBall mantiene su eficacia durante al menos 1000 lavados. El proceso de enjuague al no tener residuos jabonosos es más rápido. Por lo tanto disminuye el costo de electricidad y tiempo. Es un producto 100% ecológico que permite reutilizar el agua después del lavado para el riego de jardines o el lavado de pisos.
Victoria Bianco
Periodista especializada en medio ambiente
