Estas plantas deben instalarse fuera del conurbano ya que el Organismo Mundias de la Salud afirma que la contaminación electromagnética genera diversos tipos de cánceres, siendo la leucemia la más frecuente entre los niños.
En la Argentina las normas de seguridad para este tipo de plantas no se cumplen. Un caso claro es el de la subestación Rigolleau en Berazetegui que se intenta poner en marcha desde 2005. De comenzar a funcionar la central, los vecinos vivirán expuestos a esta contaminación.