El incoveniente avanza de la mano del crecimiento poblacional que tuvo la zona, y debido a las autorizaciones que otorgó la Provincia a loteos en las cuencas altas de los arroyos. Así, se afectó al sistema natural de acumulación de agua y se modificó el uso del suelo.
A mayor población se contaminan las napas en los sectores más bajos. Por otro lado, este año las precipitaciones se han reducido en unos 500 milímetros, lo que obligó a varios municipios a declarar emergencia hídrica en julio.
Las malas políticas provinciales sumado a la falta de lluvias, la tala indiscriminada que sufrió la región, el abuso y mal uso del agua hacen que hoy, la provincia de Córdoba esté atravesando la peor crisis de su historia y dejando en evidencia la fragilidad de los ecosistemas.
Victoria Bianco
Periodista Especializada en Medio Ambiente