Mientras en otros países del mundo el carbón es una energía que no se usa por su alto nivel contaminante, la Argentina sigue apostando a ella.
La presidente, Cristina Fernández de Kirchner, recalcó en su última visita a Río Turbio que la usina de carbón de 240 megawatts estará funcionando para mediados de 2012.
La utilización de esta usina es una decisión desacertada tanto en lo económico como en lo energético y ambiental ya que con la misma cantidad de dinero a invertir para su implementación, se podría usar la energía eólica que, a diferencia de la anterior, es limpia, renovable y segura.
Nuestro país depende en un 90 % de combustibles fósiles y el gobierno sigue profundizando esta dependencia.